Nuevas iniciativas en Estados Unidos que restringen el uso de dióxido de titanio en los alimentos carecen de avances científicos importantes y sólidos que confirmen su seguridad

Recientemente, se han desarrollado varias iniciativas en Estados Unidos con el objetivo de restringir el uso de dióxido de titanio en los alimentos. Entre estos acontecimientos se encuentra la propuesta de la Ley de la Asamblea 418 (AB 418) en California, que busca prohibir la fabricación, venta o distribución de productos alimenticios que contengan cinco aditivos, incluyendo el dióxido de titanio, así como una petición a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para prohibir el uso del E171 en los alimentos. La industria del dióxido de titanio está actualmente preparando una respuesta a esta petición de la FDA, cuyo plazo finaliza el 3 de julio de 2023.

Recientemente, se han desarrollado varias iniciativas en Estados Unidos con el objetivo de restringir el uso de dióxido de titanio en los alimentos. Entre estos acontecimientos se encuentra la propuesta de la Ley de la Asamblea 418 (AB 418) en California, que busca prohibir la fabricación, venta o distribución de productos alimenticios que contengan cinco aditivos, incluyendo el dióxido de titanio (TiO2), así como una petición a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para prohibir el uso del E171 en los alimentos. La industria del TiO2 está actualmente preparando una respuesta a esta petición de la FDA, cuyo plazo finaliza el 3 de julio de 2023.

Estas iniciativas en Estados Unidos se basan principalmente en la evaluación realizada en mayo de 2021 por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), la cual, debido a la incertidumbre sobre el efecto de las pequeñas nanopartículas, no pudo concluir que el TiO2 o el E171 fueran seguros. Es importante destacar que la EFSA no afirmó que el TiO2 fuese inseguro.

Desde la evaluación de la EFSA, se ha llevado a cabo una cantidad significativa de nuevos estudios científicos sólidos que confirman la seguridad del TiO2. Entre ellos, se destaca un nuevo estudio que muestra la baja biodisponibilidad del TiO2 , así como la validación de un exhaustivo estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos que no reveló hallazgos adversos.

En base a la revisión de la evaluación de la EFSA y a esta nueva información, Health Canada llevó a cabo una detallada evaluación y publicó un informe sobre el estado de la ciencia del TiO2 como aditivo alimentario, donde no se identificaron problemas de peso para su uso en alimentos. La FDA de Estados Unidos, Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda (FSANZ) y la Agencia de Seguridad Alimentaria (FSA) del Reino Unido realizaron revisiones y llegaron a conclusiones similares.

Más recientemente, un estudio independiente del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud de Japón (NIHS) ha abordado las preocupaciones específicas planteadas por la EFSA en relación con las pequeñas nanopartículas, sin observar ningún tipo de efecto.

La TDMA (Asociación de Fabricantes de Dióxido de Titanio) sigue priorizando la seguridad e invierte de manera proactiva en nuevos estudios científicos sólidos, siguiendo las últimas directrices y técnicas científicas, para abordar las preocupaciones emergentes.