El dióxido de titanio (TiO2) es un material en contacto con alimentos muy utilizado en plásticos, papel y cerámica. El TiO2 no sólo proporciona un color ultrablanco, sino que puede proteger los alimentos, sobre todo los sensibles a la luz. Por ejemplo, se ha demostrado que el TiO2 uso de en envases protege eficazmente la calidad de la leche durante un exposición prolongada a la luz, como en las estanterías de las tiendas.
Recientemente han surgido dudas sobre la seguridad del TiO2. En febrero de 2020, la Comisión Europea (CE) clasificó ciertas formas en polvo de TiO2 como presunto carcinógeno de categoría 2 por vía inhalatoria, pero en una sentencia dictada el 23 de noviembre de 2022, el Tribunal General de la Unión Europea ha dictaminado que no era el caso, ya que no existía ningún pruebas.
En enero de 2022, la Comisión Europea adoptó un Reglamento por el que se retiraba la autorización del E 171 como aditivo alimentario. E 171 es el número E para un grado específico de TiO2 utilizado como aditivo alimentario, que normalmente no se utiliza para aplicaciones en contacto con alimentos. Es importante señalar que no existe una relación directa entre esta normativa actualizada y el TiO2 uso de en aplicaciones en contacto con alimentos.
La retirada de la autorización se produjo tras el dictamen de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) sobre el E171, publicado el 6 de mayo de 2021, en el que se señalaban incertidumbres sobre los datos científicos, aunque no se afirmaba que e TiO2 no fuera seguro. A raíz de esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar de Japón (MHLW), el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud de Japón (NIHS), Health Canada, la Autoridad de Normas Alimentarias de Australia y Nueva Zelanda (FSANZ), la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido (UK FSA) y la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) concluyeron que el TiO2 es seguro como aditivo alimentario.
La Comisión Europea ha estudiado la posibilidad de revisar el Reglamento dela UE sobre materiales plásticos en contacto con alimentos para establecer un límite de migración para el TiO2 como medida de precaución. La TDMA está trabajando para comprender las implicaciones de un posible límite de migración específico para el TiO2 Mientras tanto, la TDMA está invirtiendo en nuevos estudios sobre la seguridad del TiO2 en materiales en contacto con alimentos, junto con su programa científico más amplio. Con lo que se pretende generar más datos que confirmen la seguridad de TiO2 y la TDMA confía en que nuevas pruebas seguirán reafirmando la seguridad del TiO2 y su idoneidad para materiales en contacto con alimentos.